El periodista, escritor y profesor José Luis Morales introducirá a los asistentes a la Feria Nacional del Vino, del 10 al 12 de mayo próximo, en las añoranzas y vivencias de su infancia ligada a la vendimia en la finca de sus abuelos.

El también poeta y Premio Internacional de Poesía 1, desgranará en la conferencia ‘Las vendimias de mi infancia (años 50)’, el día 10 de mayo a las 18 horas, las curiosidades y experiencias vividas de un niño en aquellos tiempos de durísimo trabajo en la viticultura.

El fundador del Grupo Guadiana y de la revista Manxa de Ciudad Real se considera un aficionado del vino, “un amateur muy bien aplicado”, indica, de los buenos caldos de La Mancha y de España.

Morales (2 (Ciudad Real), 1955) contará las vicisitudes vividas por él hace más de 50 años en la finca de sus abuelos, ‘La Puebla’ (Ciudad Real) ubicada al pasar el río Jabalón en la carretera de Calzada de Calatrava, “donde no había agua corriente, ni luz ni maestro”, apunta.

En aquella época, recuerda, la recolección de la uva era uno de los trabajos más sociales en el que se implicaba toda la familia: desde los niños que llevaban el botijo o cestillo a modo de aguadores, hasta los padres y madres de familia que trabajaban “de sol a sol” para recoger el producto, y las personas mayores, que se ocupaban de la comida, “unas gachas o migas en sartén con trébedes de las que se daba buen uso con una navaja bien afilada y un cantero de pan”. Después, regresaban al tajo recorriendo varios kilómetros a pie para que las bestias no se cansaran en exceso, añade.

Blanca y tinta en un mismo viñedo

Desde su óptica personal y con recuerdos “donde a veces la literatura aporta más que la memoria”, la vendimia era una fiesta pues a la explotación de su familia acudían muchos trabajadores de un pueblo de Toledo “a los 50 o 60 trabajadores se unían otros tantos, la mayoría jóvenes, y en los dormitorios había siempre cierto alboroto, incluso de los apetitos sexuales”. Recuerda que por esos años, ver la pantorrilla de una mujer “era una cosa muy seria” pues a misa acudían con pañuelo y manga larga, “imagine lo que suponía para un niño ver a las segadoras lavarse en el río”.

Cuenta que en la finca de su familia no había bodega, “solo el plantío como lo denominaban en mi familia”. La uva se llevaba en carros tirados por mulas y yeguas a la cooperativa de 3 o de Fernán Caballero. En su mayoría era uva blanca de la variedad macabeo o airén y, en menor medida, tinta cencibel o tempranillo, “pero estaban todas plantadas en el mismo viñedo, se recogían por separado pero a veces se mezclaban”.

Éstas y otras muchas anécdotas, una muy divertida y curiosa relacionada con el hielo, la crecida del río Jabalón, un camión de la segunda Guerra Mundial y una silla papal, no defraudarán a los que acudan a esta charla en la que el ponente solo pretende arrancar la sonrisa de los participantes “se admiten reclamaciones si no se ríen”, afirma.

En la conferencia de FENAVIN le acompañará el abogado y copropietario de Bodegas Arúspide (Valdepeñas), Agustín Gil del Pino, con quien comparte inquietudes literarias y amistades como el desaparecido y recordado Paco Creis, fundador junto a Gil del grupo A7.

José Luis Morales es licenciado en Filosofía e Historia, “periodista de carnet, no de carrera”, escritor y poeta. Ha escrito seis libros de poesía, gracias a los cuales ha cosechado cuatro premios nacionales (entre ellos el Premio Nacional 4) y uno internacional (el ‘Miguel Hernández’), cuatro títulos de crítica, dos de teatro y varios de viajes.